Las relaciones de pareja son un terreno muy complicado de abordar, el amor, la felicidad y la seguridad son temas que se debaten todos los días entre las parejas, en terapias psicológicas y con uno mismo; encontrar una pareja y sostener una relación sentimental no es una tarea sencilla, requiere amor, entrega, tiempo, respeto, fidelidad, compromiso y mil ingredientes más que sostienen a la pareja a lo largo de la vida; esto es un trabajo de dos y es una decisión consiente de los dos, la única forma de sostener una relación sólida que soporte el paso del tiempo y las dificultades que se presentan en el camino es cuando los dos están comprometidos con el mismo fin, mantenerse juntos y felices.
En algunas relaciones se puede notar que es solo uno de los dos el que entrega más y se esfuerza más, es la típica relación en la que solo uno cede, ama, soporta y entrega, sacrificando su ser y su integridad emocional por una relación que definitivamente no lo hace feliz; es por esto que es importante saber cómo alejarse cuando una relación no nos está haciendo felices, cuando sentimos que el sacrificio es demasiado y no es reciproco, cuando no nos sentimos amados y lo único que hacemos es sobrevivir porque creemos que ese es nuestro lugar seguro.
¿Cómo entender que mi relación no me hace feliz?
Si una persona entrega todo su amor, si pone todo de si, no merece a alguien que solo lo quiera a medias o a ratos, nadie merece un amor incompleto, insatisfecho, ninguna persona debe conformarse con poco. Las relaciones empiezan a deteriorarse cuando no dan tranquilidad, cuando causan depresión y ansiedad, creyendo que solo el sacrificio personal puede ser capaz de reparar el amor que ya está perdido, por esto es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Nadie puede cambiar a nadie, el amor no exige sacrificios que atenten contra nuestra esencia y tampoco violenta al otro para adaptarse a mis requerimiento o caprichos personales, el amor sano deja ser, permite ser y se enamora del ser.
- Es necesario aprender a estar solo, de esta manera se aprende a compartir con el otro, a darle lo mejor que tengo y que existe en mí.
- Amor propio, el respeto por uno mismo es la base más sólida que se pueda tener cuando se tiene una relación de pareja, es importante que el amor venga primero de nosotros mismo, que nuestro corazón se enamore primero de nosotros y así se puede entregar sin barrera, prejuicios ni ataduras al otro.
- No depender del otro para estar bien, este tipo de amor es obsesivo y asfixiante, ya que recargamos sobre el otro todos nuestros miedos, traumas e inseguridades, es importante conocernos y curarnos primero antes de compartir la vida con alguien más.
- No permitir un amor masoquista, en el que “yo doy todo, aguanto todo y permito que el otro se extralimite hiriendo mi ser”, estas son personas que creen que, aunque el otro les proporcione un amor a medias y mediocre, se permiten vivir en sufrimiento, ya que consideran que es la manera correcta de luchar para sacar adelante una relación sentimental que no los hace felices.
Lograr entender que una relación de pareja no nos hace felices es difícil y requiere tiempo, pero es importante saber que cuando no estamos tranquilos, cuando la relación nos causa angustia, ansiedad y dolor, es momento de parar, pensar y entender que duele, pero la mejor manera de cuidarse y recuperarse es alejándose de esa persona que aunque creíamos nos iba a ser feliz, es la que nos está haciendo la vida tormentosa, infeliz y es momento de continuar el camino sin ella, buscando primero y siempre nuestra propia felicidad.
