Es común oír que la estabilidad en una pareja se da cuando ambas personas aman de una manera sana y coherente, en donde tanto ella como él saben que quieren de su relación y qué aporta el uno al otro. Si bien esto es cierto, los seremos humanos solemos desbocarnos a entregar de más en una relación olvidándose de ellos mismo y es justo ahí cuando se pasa por alto que antes que amar a un “extraño”, hay que primero amarse a uno mismo.
Amor propio
Oír hablar de amor propio es algo común hoy en día y aunque se escucha casi con mucha frecuencia el aplicarlo parece ser complicado para unos. El amor propio se da en ese instante en que la persona es consciente de lo que quiere y de lo que merece, trabaja por ello e inicia un camino sano hacia esa meta, sin pasar por encima de nadie. El amarse a uno mismo es reconocer y aceptar lo que se ve al otro lado del espejo, sin importar si se es bajo, alto, ancho o delgado; por ejemplo, si existe un deseo que ver una figura más esbelta dicha decisión no debe partir porque alguien desea verte más esbelto o por hacer sentir mejor a un tercero; la iniciativa hacia un cambio debe partir de sí mismo.
Amarse a uno mismo inicia con un camino de aceptación y elogios a lo que se es como persona y está muy ligado con la autoestima. Es comprender que las angustias o el sufrimiento emocional no son más que señales de alarma que nos muestran que vamos en el camino equivocado. Contrario a ellas, se debe adoptar una actitud de ser autentico y seguro; dicha seguridad es el camino en el que te empodera y te permite ser consciente de lo que eres y mereces.
La inseguridad y los miedos son los que no permiten alcanzar esa plenitud de amarnos tal cual somos, por eso dentro de este camino de la aceptación y amor, es importante encarar aquellos miedos que nos han limitado en la vida, en la medida que superando aquellos miedos se abre la puerta a sentir que no hay obstáculos para alcanzar más y más metas. Dentro de todo este proceso de reconocimiento y amor, es claro entender que no necesitamos de nadie más para estar completos, desafortunadamente la sociedad ha creado el concepto de la “media naranja” o “mi complemento”, cuando en realidad venimos a este mundo completos, no necesitamos de un tercero que nos permitan ser seres humanos a plenitud. Por eso es necesario entender que una pareja (que es uno de los casos en donde hay más apego) es mucho mejor verlo como la posibilidad de tener un compañero de vida que no llegará a completarnos, sino todo lo contrario, a ser con quien compartir vivencias, momentos, pero sobre todo la vida y que como puede ser un compañero para el resto de nuestra existencia, puede ser también alguien temporal y debemos ser realista con el hecho que nadie nos pertenece.
Es aquí entonces cuando te invito a que inicies hoy ese camino de la aceptación, de superar miedos, de creer que todo es posible y a desearlo con todas las fuerzas existentes, a trabajar por tu belleza interior, sanar problemas, perdonar; puede parecer extraño, pero en la medida que haces las paces con le pasado y perdonas, creces y te empoderas. Si deseas un cambio físico, deja de postergarlo para el día siguiente, comienza a hacerlo por ti y para ti y sobretodo recuerda que esta vida es solo un momento y solo depende de ti cómo la quieras vivir y disfrutar.