La confianza es un tema sensible en cualquier lugar, otorgarla es muy difícil y ganársela requiere de mucho tiempo. No existe en este mundo un valor más importante que la confianza, esta reúne muchos otros, como la lealtad, la fidelidad, la honestidad, el amor, etc. La confianza es tan importante dentro del desarrollo y construcción de cualquier tipo de relación y vínculo humano que cuando se pierde acaba con todo lo que se tenía, se quería y se esperaba de alguien.
Son nuestras acciones, nuestra manera de ser las que determinar si somos o no personas confiables, las palabras son frágiles y se olvidan con facilidad, nada habla mejor de nosotros que nuestros actos, públicos y privados, ya que en ellos se refleja la verdad y la autenticidad de nuestro ser, en nuestros actos está marcada la realidad y todo lo que hemos construido a lo largo del camino de la vida.
Dentro de las relaciones y los vínculos que establecemos los seres humanos día a día, podemos ver como la confianza siempre será eje central de conflicto o de solución, lo que estrecha el lazo entre dos seres humanos sean cual sea su intención y sentimiento es la confianza, esta afianza o debilita las relaciones sociales. Inspirar confianza no es más que mostrar la realidad que vive en nosotros, es ser transparente; el ser humano por naturaleza busca confiar y refugiarse en alguien, y a su vez también necesita ser tratado con confianza y en nuestro ego personal, ser generadores de confianza, eleva nuestra autoestima.
La confianza genera tranquilidad personal
Seguridad y confianza, eso es lo que necesita un vínculo de cualquier índole entre dos seres humanos, cuando estamos al lado y hacemos parte de un grupo de personas en los que reina la confianza como valor absoluto, la tranquilidad y la estabilidad vienen por añadidura y eso genera lazos estrechos y sanos que beneficiaran nuestra salud y bienestar emocional.
La confianza genera respeto y el respeto es garante de armonía y relaciones positivas que dejaran cosas buenas en la vida de las personas.
Los sentimientos y la confianza
Muchas veces creemos que tener algún tipo de sentimiento hacia otra persona, es garantía suficiente de inspirar y dar confianza, casi siempre dejamos que nuestro corazón opaque nuestro juicio y entregamos todo lo mejor de nosotros, esto no es malo, todo lo contrario sentir la necesidad de confiar en alguien y ser correspondido asertivamente es una experiencia hermosa para el ser humano, pero es importante tener en cuenta que es indispensable y necesario evaluar y observar con detenimiento antes de dejarse llevar, los sentimientos enceguecen y nos hacen actuar deprisa olvidando nuestro buen juicio, es por esto que antes de refugiarnos en alguien absoluta y plenamente debemos evaluar seriamente si esa persona que nos genera tantas cosas es alguien en quien podemos confiar y que confíe en nosotros también. Los sentimientos no son malos, pero hacerles caso solo a ellos olvidando la razón y el instinto es un error que nos puede llegar a afectar el día de mañana.
La confianza rápida y el exceso de esta no es buena de ninguna manera, aunque es difícil administrarla, debemos confiar en esa voz interna que nos da la seguridad necesaria para confiar.