La delgada línea entre saber escuchar y oír

Dentro del proceso normal de relacionarnos con más personas, oímos lo que nos dice los demás, sin embargo, es posible que en ese proceso solo estemos oyendo más no escuchando. El escuchar es establecer una conexión profunda con quien es nuestro interlocutor, por eso, es importante tener en cuenta en la importancia que es saber escuchar, para así también ser merecedores de ser escuchados.

Cuando sabemos escuchar, se abre la puerta a poder ver el mundo desde diferentes puntos de vista, se aprenden cosas nuevas, se sabe resolver conflictos y permite fortalecer los lazos de amistad entre las personas con las que se interactúa. Es por esto que si sabemos escuchar, podremos disfrutar también de conversaciones más interesantes.

Compartimos unos consejos para que mejores tu forma de relacionarte con los demás, pero sobre todo para que dejes de simplemente oír y mejor sepas escuchar. Saber escuchar es una habilidad con la que algunos nacen, pero que afortunadamente también puede ser cultivada.

Consejos para aprender a escuchar.

1.- Mira a tu interlocutor, hacer contacto visual.

Aunque suena sencillo, muchas de las veces en las que estamos sosteniendo una conversación con otra persona, se dificulta poder mantener la mirada. Es importante saber y reconocer un límite para esto, porque la intensión no debe ser intimidar, pero si es primordial mirar al otro para establecer lazos de confianza y respeto por la información que está compartiendo. El mirar al otro, denota que se le está prestando atención, que sigue su discurso, además que permite, que la mente se concentre en escuchar y así evitar que se pueda distraer hacia otros pensamientos.

2.- Elimina tus prejuicios

la mejor manera de saber escuchar es entender que cada uno de nosotros es diferente y que muchas de las veces no escucharemos justo lo que quisiéramos escuchar. Por eso la mejor forma para hacerlo es sin trascender a querer interpretar cada una de las palabras que se están diciendo, más bien, concentrarse en las palabras, emociones, gestos que ayudarán a transmitir más información y el sentir de la persona.

De hecho, no es algo que pueda comenzar a hacer de la noche a la mañana, requiere de práctica, pero se puede lograr. Cuando llegas a ese punto, te encontrarás con una mente más abierta para recibir el mensaje que el otro quiere compartir contigo.

3.- Ten en cuenta el lenguaje corporal

El lenguaje corporal es vital al momento de brindar confianza, ya sea para quien va a hablar como para quien está escuchando. En ese caso es mejor que no te cruces de brazos o piernas, tratar en lo posible de mirar el reloj, ya que da señal de afán porque termine, como evitar revisar el celular y bostezar. Debes ser consciente de tus movimientos y también de los de tu interlocutor. El lenguaje corporal aporta muchísima más información que el habla. No solo es lo que dice, sino la forma en que lo hace. Todo debe ser tomado en cuenta.

4.- No interrumpas

Una de las cosas más molestas durante una conversación es que el otro te interrumpa constantemente, por eso mejor evítalo, aquí juega mucho el valor del respeto y el autocontrol. Si la interrupción es completamente necesaria, pide disculpas y recuerda en qué parte se interrumpió la conversación para retomar después.

5.- Haz preguntas si algo no te queda claro

Uno de los casos donde puedes pedir permiso para interrumpir es cuando necesitas aclarar lo que te están contando. Es claro e importante que en el proceso de saber escuchar no nos quedemos con dudas o suposiciones, es válido preguntar, pero debe hacerse de forma respetuosa y en el momento indicado.

6.- No des tu opinión sino te la han pedido

Una de las razones por las que las personas suelen cerrarse y no querer compartir sus historias es porque es muy difícil encontrar a alguien que escuche con atención y no busque dar su opinión sobre todos los temas.

Es cierto que a veces sí se busca consejo. Sin embargo otras veces la gente solo quiere desahogarse, y compartir. No seas tú de aquellos que creen que es muy importante buscar la manera de solucionarle la vida al otro, no eres psicólogo, pero si puedes ser un gran amigo o confidente.

Sigue todos estos consejos y verás cómo te ganas la confianza de la gente y creas nuevas amistades.