¿Mamá o amiga?

En nuestra sociedad se plantea siempre esta pregunta: ¿Una Mamá puede ser amiga de sus hijos? Se sabe que la relación que tiene una mamá con sus hijos es especial y distinta a la que se tiene con cualquier otra persona en el mundo incluido el papá, entre la mamá y sus hijos siempre va a existir un lazo sobre natural, biológico y espiritual, es el lazo más fuerte y más inquebrantable que puede experimentar un ser humano a través de su vida. Para las mujeres el hecho de convertirse en mamás es una de las experiencias más importantes y más bonitas de su vida, el hecho de sentir crecer a su hijo en su vientre, despierta en las mujeres sentimientos de protección, de amor infinito, desarrollando un instinto animal en el que prima el cuidado de ese ser que la naturaleza ubica por nueve meses en su vientre. Él bebe crece en compañía de su voz al compás de su respiración, es el amor más puro e incondicional porque después de pasar casi un año unidos de una manera en la que nunca se volverá a estar con nadie crea en el ser humano una unión única permanente y eterna con ese ser llamado mamá.

Una mamá o una amiga

No debe ser un tema de discusión saber si una madre puede ser amiga de sus hijos, teniendo en cuenta lo anterior se puede decir que una mamá puede ser todo y más, pero es importante tener claro que la labor y el papel que cumple una mamá es distinto al papel que cumple un amigo, si bien es cierto que entre los padres debe existir la comunicación y alimentar día a día la confianza con sus hijos, es importante que ellos tengan claro que una madre es una guía, un refugio, un modelo de referencia para enfrentar la vida. Es muy común escuchar a las mamás decir que quieren ser amigas de sus hijos, sobre todo cuando estos atraviesan la adolescencia, ya que es un momento clave y riesgoso en la vida de cualquier ser humano, es una etapa en la que la mayoría de las decisiones se toman en compañía de los amigos omitiendo la opinión de los padres; es por esto que las madres al verse de alguna manera excluidas manifiestan la necesidad de querer ser cómplices, escuchar y participar en la vida de ellos, ya que sienten temor de que se enfrenten solos a la vida y tomen decisiones que afectaran su camino y su desarrollo personal.

¿Cómo enfrentar el que una mamá no pueda ser amiga de sus hijos?

  • Es importante tener claro que existe un momento en la vida, en el que por más confianza que exista entre una mama y un hijo no significa que ella cumpla la labor de amiga y él vaya a contarle todo, una mamá debe entender que su hijo necesita vivir, equivocarse y aprender solo a enfrentarse a la vida. NO se puede controlar todo y no se puede protegerlo de todo.
  • La mamá en el afán de querer proteger y agradar a su hijo convirtiéndose en su amiga olvida su principal función: establecer límites, educar y decir NO en muchas ocasiones, esto va a ayudar a forjar su personalidad y carácter, en el afán de querer convertirse en una cómplice y una amiga, se puede perder el norte de lo que significa ser mamá y todo lo que esto conlleva.
  • La mamá debe ser una guía y debe dejarle a su hijo una libertad administrada en la que exista la confianza necesaria para que ellos puedan recurrir a su madre en cualquier momento de la vida, teniendo la certeza absoluta que al llegar siempre encontraran a su mamá que no es su amiga, pero que les brindara el consejo, la palabra, el apoyo y el amor incondicionales que están buscando y que sin lugar a dudas encontraran en ella.

No es fácil ser mamá, no es fácil educar a los hijos, pero basándonos en ese amor tan puro e inquebrantable, el corazón de una madre es el único que siempre estará firme y fuerte para sostener en cualquier caso y de cualquier manera la vida de sus hijos.